Quizás este espíritu ha llevado el biblista protestante Oscar Cullmann a observar que «tras la concepción pesimista de la muerte se oculta una concepción optimista de la creación. Pero este gradual desmoronamiento es algo que se hace presente en el “ahora” de la vida humana. Primero, se pueden considerar las cuatro razones que convencieron a Platón de la inmortalidad del alma. Aunque el existencialismo moderno ha sabido describir el morir humano en un modo particularmente agudo, y a veces trágico, no se trata de un enfoque nuevo. Con la muerte dejas de ser algo, que mejor hubiera sido no haber empezado a serlo» . Web1. Por esto tanto los estoicos clásicos como los ascetas cristianos han entendido la vida humana como un memento mori, un ars moriendi, un tiempo para aprender a morir, para prepararse al trance final [Wagner-Kruse 1989]. Es sorprendente la amplitud de conocimiento sobre la historia de la filosofía del Doctor Eximio, que le sirve de inspiración y apoyo en el análisis de las fuentes, ya sea directa o indirectamente por … En el momento actual conocemos conceptos universales como el bien y la belleza, aunque las cosas a las que aplicamos estas categorías son siempre limitadas. 2- El alma agresiva (Thymós), es la fuente de las Pasiones … Esta visión se muestra capaz de integrar a fondo los dos aspectos de la inmortalidad humana frente a la muerte. Friedrich Nietzsche ha sabido detectar y revelar el común materialismo de fondo del pensamiento clásico en su doble vertiente (inmortalidad de la vida, inmortalidad del “yo”), y ofrecer, aunque sea indirectamente y sin quererlo, una pista de solución al dilema. Por lo tanto es incorruptible y vive para siempre. WebSí, el alma del hombre no dejará jamás de existir. El término ‘alma’ (dal griego psyche) indica bien el aspecto inmaterial o esencia del hombre que confiere a éste individualidad y humanidad, bien el principio de la vida humana, y en especial del conocimiento y de la voluntad humanas, bien el centro inmortal o incorruptible del hombre, bien el punto de contacto invisible e íntimo entre el hombre y la divinidad. A la vez, salta a la vista que la mayor parte de estas visiones excluye la posibilidad de una inmortalidad del individuo, de la persona singular: en otras palabras, la muerte señalaría un punto ontológicamente definitivo en la vida humana, la extinción de la vida del individuo, ligada como está a la vida terrena, a las alegrías y sinsabores de un mundo que pasa. Son asombrosas las fuentes de donde bebe y se inspira Suárez. También entre algunos autores estoicos se habla de la muerte de modo positivo. Por ello, el alma sobrevive después de la muerte. Sócrates no podía temer la muerte, puesto que ella nos libera del cuerpo. F. Rodríguez Adrados), 3 vol., Hernando, Madrid, 1952-1955; Vernette, J., Réincarnation, résurrection, communiquer avec l’au-delà. Según estas teorías, el espíritu inmortal del hombre retiene siempre su individualidad e identidad, mientras vaya trasladándose de cuerpo en cuerpo, de situación vital en situación vital, de cultura en cultura, de mundo en mundo, asegurando de este modo una inmortalidad “individual” vivida en un contexto corporal, social e histórico. Percibe la muerte como fin de su vida terrena, como la ruina de la existencia corporal, como una ruptura —por lo que se puede ver— de las relaciones que le unen con los demás hombres, consigo mismo, con sus proyectos y aspiraciones. que se hace presente en el “ahora” de la vida humana, que en sí no es más que una de mis posibilidades, el horizonte que da sentido a su vida terrena y mortal, el significado de la muerte se revela a la luz de aquella inmortalidad que el hombre proyecta y espera, banalización de la vida terrena y por ende de la muerte misma, los dos aspectos fundamentales del único anhelo hacia la plenitud inmortal, la resurrección de todos los hombres al final de los tiempos, Essais sur l’histoire de la mort en Occident du Moyen Age à nos jours, Protestant Theology in the Nineteenth Century, Il problema dell’immortalità dell’anima nelle opere di Tommaso d’Aquino, Mysterium Mortis: der Mensch in der letzten Entscheidung, La réincarnation selon les Pères de l’Église, Le mythe de Sisyphe (essai sur l’absurde), Death and Existence. Análisis de libro "El alma de la toga" INTRODUCCIÓN Ángel Ossorio al hacer éste libro nos quiso hablar un poco de lo que esta pasando, Hamlet es una de las obras de Shakespeare más trascendentes en cuanto a la introspección del ser humano. El testimonio del Nuevo Testamento, La réincarnation des âmes selon les traditions orientales et occidentales, La mort selon la Bible dans l’antiquité classique et selon le manichéisme, Existentialism and Death: a Survey of Some Confusions and Absurdities, Die Anweisung zum seligen Leben; Religionslehre, 6: Vorlesung, L’affermazione filosofica dell’immortalità, De la mort a la vie éternelle: études de théologie biblique, Tod -und dann? La manifestación de la convivencia está mientras hay conciencia, es decir, el dolor que viene de la separación es la última expresión de la comunicación» [Jaspers 1956: 221]. En efecto, el hombre prefiere considerar la muerte como un fenómeno que afecta a la naturaleza humana en general, a los demás, y no al individuo, a nosotros mismos. Pero Tomás acepta su validez porque refleja la experiencia humana universal. WebEl alma trata cosas de la divinidad, conoce las humanas, aprende muchas artes y, por eso, supera a todos los animales. La polis griega —Atenas— es, más aún que los poemas épicos, el soporte adecuado para la inmortalidad. Correo-e: contacto[at]filosofiaenlared.com. WebPero el tema de la inmortalidad del alma ¿conservó vigencia en la filosofía posterior, es decir, en la post-escolática? The Resurrection Message of the New Testament, El concepto de muerte en la doctrina de S. Tomás de Aquino, Sabiduría griega y paradoja cristiana: testimonios literarios, El valor revelador de la muerte: estudio desde Santo Tomás de Aquino, Dizionario Interdisciplinare di scienza e fede, Hope and Freedom in Gabriel Marcel and Ernst Bloch, The Christological Assimilation of the Apocalypse. Primer acercamiento a la muerte, la inmortalidad del alma. Tercera y última razón, Sto Tomás observa que todos los hombres desean vivir para siempre, ser inmortales. La muerte se impone en la vida del hombre. ; Flew, A. N., Death, en: A. N. Flew – A. MacIntyre (ed. Haer. Al mismo tiempo, el pensamiento cristiano centrado en la resurrección logra evitar la banalización de la muerte humana que resulta o bien de la pura aniquilación del individuo, de sus proyectos y aspiraciones, o bien de la mera sobrevivencia de un espíritu humano capaz de pasar, impertérrito e inalterable, a través de sucesivos nacimientos y muertes. «Para mí, el vivir es Cristo, y el morir una ganancia», decía abiertamente san Pablo a los Filipenses [1,21]. // --> Son muchos los autores (entre ellos, Max Scheler, Theodor Adorno y Karl Jaspers) que han reflexionado sobre la tendencia humana de no querer mirarla a la cara, sobre el esfuerzo actual de quitar la noción de la muerte de la conciencia humana, evitando pensar en la propia muerte [Scherer 1979, Pieper 1970: 33-46]. Sobre el grado de certeza de las afirmaciones y de los argumentos respecto a la inmortalidad del alma. Para cumplir tal objetivo, discuto algunos pasajes de la Crítica de la razón pura en los que Kant explica la naturaleza de las antinomias y la razones de por qué éstas no pueden resolverse de un modo teórico. De hecho, entre las doctrinas reencarnacionistas hay que optar antes o después entre dos posibilidades. Para Hölderlin, la muerte es la consumación de la vida. Divinisation, Mame, Paris 1992; Sciacca, M. F., Muerte e inmortalidad, Luis Miracle, Barcelona 1962; Simmel, G., Rembrandt. Webpiritualidad y la consiguiente inmortalidad del alma usando los argumentos basados en la filosofía de Aristóteles. Lo cual queda bien expresado en el verso heroico de Homero (gracias a él los grandes héroes de Troya, Patroclo, Ayax, Ulises, continúan presentes en la consideración de la humanidad) y Ovidio, así como los escritos de Herodoto (quien escribió sus Historias con la finalidad explícita de asegurar que las grandes gestas de los hombres no caigan en el olvido, sino que se inmortalicen), Tucídides y otros. 72, a. 26, a. Cicerón decía: «Convéncete firmemente de esto: tú no eres mortal, sino que lo es tu cuerpo» [Sueño del Escipión, 16]. cast. La resurrección, ¿una explicación filosóficamente válida para comprender la inmortalidad? CAPITULO SEGUNDO EL ALMA HUMANA, SU NATURALEZA, ORIGEN Y DESTINO TESIS XV I. Espiritualidad del alma. Con todo, el destino último del hombre, su inmortalidad, la que sea, es el horizonte que da sentido a su vida terrena y mortal, y por ende a su muerte, que se hace presente como una frontera entre esta vida y la del más allá. I, q. cit., p. 151. 473-505; Festugière, A.-J., De l’essence de la tragédie grecque, Aubier-Montaigne, Paris 1969; Fichte, J. G., Die Anweisung zum seligen Leben; Religionslehre, 6: Vorlesung, en: Werke, vol. WebLa concepción del alma juega en la filosofía platónica un rol decisivo, pues constituye la parte de nosotros que entra en contacto con el ámbito inteligible de las Ideas, que es eterno y no sometido al devenir, es decir, es puro ser. WebLos que filosofan se ejercitan en morir, y por ello la muerte les parece menos temerosa. Como influyo toda esta búsqueda en el desarrollo de la humanidad, para conocer todas las respuestas a estas preguntas, se ha hecho un análisis profundo sobre estas culturas, en el cual encontraremos similitudes y diferencias, así como cosas inexplicables. “Que nada se puede objetar a estas verdades, y que no nos hemos engañado cuando las hemos admitido; porque es indudable, que hay un regreso a la vida; que los vivos nacen de los muertos; que las almas de los muertos existen; que las almas buenas libran bien, y que las almas malas libran mal. Desde este punto de vista, la doctrina de la resurrección final ha servido a lo largo de la historia del pensamiento cristiano como un catalizador decisivo para el desarrollo de una antropología filosófica integral [Pozo 1992: 351-368]. Hay que señalar que, en comparación con la posición platónica, la comprensión cristiana del alma y de su inmortalidad se basa en el acto creador de Dios: el alma no es una divinidad en miniatura, pues su inmortalidad obedece al don que Dios ha otorgado cuando lo creó. 14; S. Th. En el primer caso se le ofrece al hombre una confirmación perpetua de la no-definitividad de su vida, se otorga permanencia a la provisionalidad, se quita todo fundamento de la fidelidad [Morales 2004] y se deshace el efapax —“una sola vez”— que caracteriza la vida del hombre según la fe cristiana, porque basado sobre el actuar salvífico de Cristo, acontecido ‘una sola vez’ [Hebreos 7,28; 9,12.28; 10,10]. Barth critica como racionalista a un autor del siglo xix, J. En Platón esta doctrina es uno de los elementos esenciales de su filosofía; y lo vuelve a ser, muchos … Buscar. Son: la inmortalidad de la vida humana, y la inmortalidad del “yo” humano [Arendt 1959]. Así lo dice Santo Tomás de Aquino [IV C.G., 80; Brown 1992]. Análisis de libro "El alma de la toga" INTRODUCCIÓN Ángel Ossorio al hacer éste libro nos quiso hablar un poco de lo que esta pasando, Hamlet es una de las obras de Shakespeare más trascendentes en cuanto a la introspección del ser humano. 51-102; Greshake, G., Tod -und dann? Las demostraciones de la inmortalidad del alma desarrolladas por Platón tienen un firme «Pero no lo es», añadía, «para los que no pueden morir en la estima de los hombres» [Paradoxa 18]. No se puede alterar, transformar, o generar una obra derivada a partir de esta obra. Resulta arduo pen-sar algo que no tenga una consistencia material. La antigüedad mediterránea, gracias a sus creencias, nos han dado valiosos conceptos que manejaban a cerca de la inmortalidad, y no se puede concebir la vida sin indagar en la muerte, la búsqueda de la inmortalidad es uno de esos conceptos importantes que nos hacen ver la vida y estas antiguas culturas de una manera diferente. El argumento ético es también otro de los que Platón desarrolla para explicar la inmortalidad del alma, esto es, si el alma fuese mortal no sería posible castigarla después de la muerte, por ejemplo, si la persona fue mala en su tiempo terreno, recibiría el mismo premio que una persona que ha sido buena, y viceversa, si la persona ha sido buena recibirá el mismo castigo que la que se ha portado mal y esto es injusto, por lo tanto es necesario que el alma sea inmortal para poder premiar a las personas justas y castigar a las personas injustas. Ein kunstphilosophischer Versuch, Primitive Conceptions of Death and the Netherworld in the Old Testament, Réincarnation, résurrection, communiquer avec l’au-delà. 445-457; Kierkegaard, S., Christelige Taler, en: Søren Kierkegaards samlede Værker, vol. La muerte se presenta al hombre no como un proceso de decaimiento por así decirlo “neutro”, suave o natural, sino como algo que no debería ocurrir, algo sencillamente intolerable y repugnante, algo metafísicamente deficiente. Platón llamó a la inmortalidad un «terrible peligro» [Phaedo 107c4]. En el soliloquio To be or not to be, el Hamlet de Shakespeare habla de aquel «pavor de un algo después de la muerte [“the dread of something after death”]. nada se destruye, es un error llamar destrucción o muerte a los cambios. Para R. M. Rilke, la muerte es la «familiar y cordial invasión de la tierra» [Guardini 1949: 14]. 3 Celedonio Ramírez. La inmortalidad del alma se hace muy presente, en diversas maneras, en la filosofía idealista moderna [Pieper 1970: 183-204]. La fugacidad de la vida humana se vence inscribiéndola en un soporte duradero y seguro. ANALISIS BREVE DE DOCTRINAS BIBLICAS VS INMORTALIDAD DEL ALMA. 989, 991]. An Essay in Fundamental Eschatology, Four Courts, Dublin 2004 [2004a]; —, La muerte y la esperanza, Palabra, Madrid 2004 [2004b]; Pegis, A. C., Between Immortality and Death in the Summa Contra Gentiles, «The Monist», 58 (1974), pp. Los otros dos, el de los contrarios y el del principio vital, en creencias propias de la época. Para comprender la inmortalidad humana en el sentido más completo posible, habría que encontrar una explicación del modo en que se integran entre sí las dos modalidades de inmortalidad reseñadas, la inmortalidad de la vida y la inmortalidad del ‘yo’. Dejando por el momento el hecho de que según la Escritura y la enseñanza de la Iglesia, la muerte del hombre no es puramente natural, sino el resultado del pecado [O’Callaghan 2004b, 47-54], hay que tener en cuenta que la resurrección de los muertos debe ser considerada una verdad sobrenatural y natural a la vez. Resurrection and Immortality in the New Testament, Die Toten in Christus. WebDe este modo, la estructura del problema de la inmortalidad del alma coincidiría con el de la eternidad del mundo en la filosofía tomista. 75-96; Cruz Cruz, J., ¿Inmortalidad del alma o inmortalidad del hombre? Hacen ver que la comprensión de la inmortalidad individual, radicada en la del alma humana, sea razonable y aceptable. Filosofía en la Red es editada en León, España. Max Scheler en su obra Muerte y supervivencia ha descrito con maestría la vida del hombre que avanza hacia la muerte, percibida como una constricción y un encogimiento siempre mayores de las posibilidades reales que están a disposición del hombre. ... Historia de la filosofía (Bogotá: San Pablo, 2007), 237. Enviado por anahi22. WebSe considera que Sócrates y Platón fueron de los primeros en proponer la idea de la inmortalidad del alma. Todos los hombres son mortales: pero para cada hombre la muerte es como un accidente que, aunque lo reconozca y lo consienta, es en realidad una violencia indebida» [De Beauvoir 1964: 1985]. Debemos hacer ver al … An Essay in Fundamental Eschatology, Between Immortality and Death in the Summa Contra Gentiles, Zur Theologie des Todes. 1- El alma racional (Nous; logos) es inmortal, Inteligente, de naturaleza divina. San Agustín logro adaptar las filosofía neo platónica al criterio religioso cristiano. Filosofía en la Red es editada en León, España. 7-21; Introvigne, M., La sfida della reincarnazione, Effedieffe, Milano 1993; Jaspers, K., Philosophie, vol. En efecto, la fe cristiana proclama la esperanza en la resurrección de todos los hombres al final de los tiempos [O’Callaghan 2002b], que lleva consigo una perfecta, perpetua unión entre alma y cuerpo. Por el contrario, lo que queda del hombre después de la muerte y para siempre, es su alma inmortal [O’Callaghan 2002a], y con ella, en el mejor de los casos, las virtudes que ha consolidado mientras vivía en la tierra (especialmente la justicia y la veracidad), mediante el desprendimiento sistemático de todo lo que por propia naturaleza no puede participar en la eternidad. En primer lugar, la muerte se hace presente en medio de la vida del hombre. Schillers Leben, J. G. Cotta, Tübingen 1830; Schönborn, C., La vie éternelle. Y J. G. Fichte explica que la muerte no afecta al Yo, pues la muerte en el tiempo no es más que un “fenómeno aparente” al que no hay que “creer en absoluto” [Fichte 1911: 200]. Ya lo decía Platón: «vale la pena arriesgarse en creer en la inmortalidad del alma. Ya que el alma es semejante a lo invisible, no cambiará, no dejará de existir [Fedón, 79c-d]. CAPITULO SEGUNDO EL ALMA HUMANA, SU NATURALEZA, ORIGEN Y DESTINO TESIS XV I. Espiritualidad del alma. Se considera la polis sobre todo como el lugar donde se guarda memoria, es decir, como el fundamento de la inmortalidad. Réincarnation. Una antropología que pretende ser integral tendrá que tener en cuenta los dos elementos: la búsqueda de una vida significativa, vivida de lleno junto con los demás hombres, como fruto de una libertad plenamente injertada en el mundo, por una parte, y el afán de autonomía y libertad permanentes de la propia individualidad, por otra. En un modo excepcionalmente lúcido y realista, santo Tomás de Aquino ya había insistido que la muerte es un mal, el mal más espantoso que existe en el orden creado, por la sencilla razón de que en ella se acaba la vida, y la vida es el bien más grande que Dios ha creado [S. Th. por Diogenes Laertius, Vitae philosophorum 10, 125]. 27 Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. La filosofía tradicional siempre destacó la importancia de la … 15 Aurelio Agustín de Hipona, La inmortalidad del alma, trad. Luego, Cebes pregunta a Sócrates por la inmortalidad del alma. AL LECTOR Las siguientes páginas contienen el texto íntegro de una serie de Conferencias Cuaresmales pronunciadas. En primer lugar, veremos la doctrina de la “reencarnación”, en sus versiones antigua y moderna. española)» 2 (1980) 287-299; Sartre, J.-P. 1938, La Nausée, Gallimard, Paris 1938; —, L’Étre et le Néant: essai d’ontologie phénoménologique, Gallimard, Paris 195028; Scheffczyk, L. 1980, Die Reinkarnationslehre und die Geschichtlichkeit, en «Münchener Theologische Zeitschrift», 31 (1980), pp. En pocas palabras, la reencarnación no ofrece la posibilidad de integrar plenamente las dos “inmortalidades”, la de la vida humana, y la del “yo” humano; en ella queda implicada siempre una antropología de la “doble vida”. ), New Essays in Philosophical Theology, SCM Press, London 1955, pp. Le mystère de la Vie après la vie, Salvator, Mulhouse 1989; Wächter, L., Der Tod im Alten Testament, Calwer, Stuttgart 1967; Wagner, H. y T. Kruse (ed. Este texto está protegido por una licencia Creative Commons. Comprender el peso de la muerte a partir de la inmortalidad, 3. Hola Elige tu dirección Tienda Kindle. Presenta a su personaje … Se podría objetar, de todas formas, que la visión cristiana de la muerte no se mueve en esa dirección, pues la muerte parece un bien deseable. Sin obras derivadas. Epicuro decía: «La muerte no es nada para nosotros, pues cuando nosotros existimos, la muerte no existe todavía; cuando hay muerte ya no existimos nosotros» [Carta a Meneceo, 125, cit. Esta misma intuición la han tenido los grandes filósofos de la inmortalidad, Platón y san Agustín. cum Tryph., 6,2], Taciano [Or. ad graecos, 9,4] Ireneo [Adv. En efecto, Heidegger afirmaba que la autenticidad se alcanza sólo cuando el hombre se adelanta hacia su propia muerte [Heidegger 1953: 240]. Para poder abordar esta cuestión es necesario empezar a citar a uno de los filósofos más famosos del tiempo antiguo, el cual es uno de los primeros y grandes exponentes que aborda el tema acerca de la inmortalidad del alma es, sin lugar a duda, nuestro filósofo griego Platón. Sin embargo, está claro que la doctrina de la reencarnación, que no se justifica fácilmente desde el punto de vista racional y científico, ofrece una solución pobre y a corto plazo. 1.3. : El sentido teológico de la muerte, Herder, Barcelona 1965; Ratzinger, J., Eschatologie. Pero ¿es posible superar este dilema y hablar al mismo tiempo de una inmortalidad de la vida del hombre, y la inmortalidad del “yo” humano? Aun así, Joseph Ratzinger explica que la comprensión platónica del alma no tiende necesariamente hacia una visión individualista del hombre, desentendido de los vaivenes de la historia y de todo lo que se asocia a la corporeidad humana, pues para poder gozar de la inmortalidad el hombre debe consolidar aquellas virtudes sociales que contribuyen a mejorar la vida pública [Ratzinger 1977: 83, 138s]. En efecto, el “evento” de la muerte, como tal, puede presentarse como algo relativamente transitorio: doloroso, quizás por ser desconocido; problemático, sobre todo porque introduce al hombre en su destino final. En palabras de Romano Guardini, «la resurrección del cuerpo quiere decir la resurrección de la vida vivida, con todo el bien y todo el mal…; es la historia del hombre» [Guardini 1949: 69]. Para este presente estudio haremos un análisis breve sobre la inmortalidad del alma y su relación bíblica, sea negativa o positiva, ... Génesis nos enseña que el hombre es monista, es decir, indivisible, y no dualista como enseña la filosofía griega. No comercial. Saltar al contenido principal.com.mx. Résurrection. Más adelante se intentará conciliar estos tres aspectos. WebEl argumento ético es también otro de los que Platón desarrolla para explicar la inmortalidad del alma, esto es, si el alma fuese mortal no sería posible castigarla después de la … Después de la muerte había otra vida, y por esto los faraones tomaron medidas al respecto, hacían preparativos para la supervivencia en el más allá, parte de esto era la momificación de los cadáveres, rituales de magia para pasar al más allá, la sepultura de estas momias llevaban provisiones que pudieran necesitar al otro lado, ya que para aquella cultura la vida en el más allá era verdadera. El alma por lo tanto dura para siempre [Fedón, 105b; Fedro, 245c, y ss.]. ), Life in the Face of Death. «Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que El los resucitará en el último día… Creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial de la fe cristiana» [Catecismo de la Iglesia Católica, nn. Heidegger recomienda al hombre acoger en todo momento el tránsito final con plena libertad y conciencia. 5, ed. En otras palabras, lo que perdura del hombre es la fama, la gloria de sus obras, el nombre: el heroísmo en el campo de batalla, las obras artísticas o arquitectónicas de las que se hizo responsable, los hijos y las riquezas que poseía y dejó en herencia. Al mismo tiempo, con la resurrección adquiere un estatuto definitivo y permanente el cuerpo humano, y con él, la vida, la historia y la estructura social del hombre. En la cuestión 97, Santo Tomás distingue tres sentidos de la palabra inmortalidad. 65-91; Camus, A., Le mythe de Sisyphe (essai sur l’absurde), Gallimard, Paris 1943; Carse, J. P., Death and Existence. WebInmortalidad del alma humana. Con todo, es un riesgo hermoso» [Fedón, 114d]. 2, pp. Y añade: «quizás la propia muerte será para nosotros la cosa más fabulosa del mundo» [Pieper 1970: 91-92]. En buena parte, las dificultades experimentadas por los autores protestantes se mueven en esa dirección: como ya enseñaban los nominalistas y el Cardenal Cayetano, la existencia y espiritualidad del alma son conocidas solamente por medio de la fe cristiana; no son objeto de demostración filosófica. Para comprender adecuadamente el tema, se puede partir de una común fenomenología de la muerte humana, ampliamente descrita por filósofos, literatos y pensadores, bajo tres epígrafes. «No tengo miedo a la muerte», decía en un ocasión el escritor Jorge Luis Borges. Y san Agustín dijo que «una vez que hayas llegado a saber que eres inmortal —¿estás seguro que eso te basta? Lo invisible mantiene su propia identidad, mientras lo visible no. Primero, el alma se dice incorruptible porque es capaz de conocer todas las cosas materiales. Por esta razón, el órgano de la memoria colectiva del griego es la ciudad, la polis, y su agente es el poeta, el artista y el escultor. Particular interés tiene el discurso fúnebre que Tucídides recoge de Pericles, el gobernador de Atenas, quien describió esa ciudad como el lugar de la memoria y de la inmortalidad del pueblo [Historia II, 41ss]. Santo Tomás de Aquino prueba la espiritualidad del alma, EL MISTERIO DEL MÁS ALLÁ Antonio Royo Marín, O.P. El alma muere cuando muere el cuerpo. cast., La condición humana, Paidós, Barcelona/Buenos Aires 1996; Ariès, P., Essais sur l’histoire de la mort en Occident du Moyen Age à nos jours, Seuil, Paris 1977; Barth, K., Protestant Theology in the Nineteenth Century, W. B. Eerdmans, Grand Rapids 2002; Bertola, E., Il problema dell’immortalità dell’anima nelle opere di Tommaso d’Aquino, «Rivista di filosofia neo-scolastica», 65 (1973), pp. Esta visión de la inmortalidad, que mueve al hombre a dedicar sus mejores energías a la búsqueda de la felicidad y del éxito en medio de los vaivenes de la historia, es compartida por una gran variedad de autores y sistemas a lo largo de la historia. Renato Descartes trata de mostrarnos cómo tenemos la idea innata de Dios, y además que conocemos al alma con claridad y distinción frente al conocimiento siempre … Profundamente marcados por la experiencia gloriosa de la primera guerra persa y especialmente de la batalla de Maratón, inmortalizada en los frescos de la Plaza del Mercado, los atenienses sabían bien lo que Pericles quería expresar cuando afirmaba que ningún ateniense que realizase gestas grandiosas sería olvidado. «En el fondo somos algo que no debería ser; por eso cesamos de serlo un día» [Pieper 1970: 77]. por Herodoto, Historias I, 32]. 99,9]. Pero este deseo sería en vano si el alma fuese corruptible. Agradecemos de antemano el señalamiento de erratas o errores que el lector de la voz descubra, así como de posibles sugerencias para mejorarla, enviando un mensaje electrónico a la Un tema que está lleno de misterio, pero que afortunadamente algunos han llegado a resolver pequeños enigmas acerca de este tema, además las tierras en las cuales se generaron estas culturas, conservan un inmenso legado arqueológico, el cual, oculto bajo arenas, nos ha dado conocimiento sobre estos temas. Enviado por oz_toledo • 15 de Junio de 2017 • Ensayos • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 690 Visitas. Buscar. 38,19]. redacción (la dirección de correo electrónico es: philosophica + ARROBA + pusc + PUNTO + it). (ed. I, q. Por esta razón, la supervivencia extra-corpórea del alma humana, cuya función según Santo Tomás es precisamente la de ser “forma” del cuerpo, tiene no es fácilmente comprensible [Mateo-Seco 1974, Murillo Gómez 1999]. WebLa creencia de la inmortalidad del alma viene del contacto de judíos con pensamientos griegos principalmente a través de la filosofía de Platón, su principal exponente, quien a … Theol., 227], es la passio maxime involuntaria [In II Sent., D. 30, q. «En este mundo nada es cierto, menos la muerte y los impuestos», escribía el estadista estadounidense Benjamin Franklin, pocos meses antes de su propio tránsito [Carta a Baptiste Leroy, 13.11.1789]. Pero, ¿es posible conocer la existencia del alma y su inmortalidad? En un modo semejante el sociólogo Georg Simmel ha observado que los personajes de los lienzos de Rembrandt llevan clavados en todos su rasgos —especialmente los faciales— el character indelebilis de la muerte, la huella inconfundible de la caducidad [Simmel 1917: 91, 94]. Está claro que esta posición tiende hacia una cierta banalización de la vida terrena y por ende de la muerte misma. En ella se exploran los más íntimos. 84-101 [2002a]; —, Risurrezione, en: ibid., vol. Se trata de una posición que ha influido no poco en algunas filosofías modernas, particularmente en la de Heidegger, apenas considerada, y en algunos planteamientos filosóficos y teológicos recientes inspirados en él. Nuestro cuerpo muere, pero nuestra alma le sobrevive y sobrevivirá siempre. in Ps. «He visto morir a muchas personas. Para ello ha utilizado su método más popular, sacando a relucir el tema dentro de unos de sus diálogos, principalmente en su obra “Fedón”, también se encuentran en el “Menón” y en “La Republica”. A partir del argumento de la rencarnación surge otro muy famoso que hemos abordado en distintos momentos para ubicar a Platón, el cuál es la reminiscencia, esto es, que nuestra alma recuerda lo que conocía anteriormente, es decir que el conocimiento es innato al hombre, que la persona ya conoce la verdad antes de encarnarse en un cuerpo mortal, por lo tanto, el hombre tendría que ir recordando lo que su alma ya conocía, pero había olvidado. Hace sus primeros esbozos de la teoría de las ideas. a lo largo de muchas vidas, el alma puede agotar su energía y llegar a perecer. Todo lo animado está emparentado (todo pertenece a una gran familia – jerarquías). Pero el alma es la sede del pensamiento, y por lo tanto no puede ser corruptible. Por otro lado, tenemos a el santo de Hipona que llegaría a un tiempo donde su criterio quedaría influenciado por el pensamiento de Plotino, quien a su vez estaba de acuerdo con la filosofía platónica. De este modo, según el principio del eterno retorno, la muerte debe ser el inicio de la vida [Fedón, 72b]. WebEs considerado, junto a Ammonio Saccas, fundador del neoplatonismo. Siguiendo una reflexión de Hannah Arendt sobre la teleología humana, son dos los modos principales en que la cultura clásica griega dio expresión duradera a la búsqueda de inmortalidad humana; dos modos que se encuentran en diversos contextos culturales a lo largo de la historia. Ahora bien: hay dos tipos de seres, los invisibles y los visibles. La muerte es la gran amiga del alma. Simone de Beauvoir [1]. WebLa inmortalidad del alma eBook : San Agustín: Amazon.com.mx: Tienda Kindle. Todo lo prueba de una manera evidente: 1º La naturaleza del alma. A partir del criterio de que el alma logra permanecer en cierto lugar y no se gobierna por el subsistir del cuerpo, Platón argumenta la rencarnación (metempsicosi) o la transmigración de las almas. Por una parte, como es obvio, se trata de planteamientos claramente diversos, hasta opuestos, entre sí: en un caso se piensa en la inmortalidad de la vida del hombre, es decir en el valor perpetuo delante de la comunidad de sus obras vividas en y por medio de la historia; en el otro se habla más bien de la supervivencia del yo individual más allá de la historia humana concreta. WebBasta considerar que el alma es una verdadera substancia y que está dotada de facultades inorgánicas, cuales son el entendimiento y la voluntad; luego pronta y … Correo-e: contacto[at]filosofiaenlared.com. «La muerte es algo terrible para aquellos para quienes con la vida se extingue todo», decía Cicerón. Se establece por lo tanto en el pensamiento clásico una alteridad aparentemente irresoluble: o pervive mi vida, pero no pervivo yo, o pervivo yo pero no pervive mi vida. Pero la muerte es más que ese evento. 2º Las aspiraciones y los deseos del hombre. Nada tan cierto como la muerte, dijo Séneca [Epist. Por ello, define al hombre como un ser-para-la-muerte (Zum-Tode-Sein) [Jolivet 1950, Kaufmann 1970, y la crítica de Edwards 1969]. Stewart 1993]. Divinisation, Rembrandt. En el mejor de los casos, la espiritualidad e inmortalidad del alma son objeto de fe cristiana. José Bezic (Buenos Aires: Universidad Nacional de Eva Perón, 1953), 10. 39-63; Kehl, M., Wiedergeburt – Häresie oder Hoffnung?, «Geist und Leben», 63 (1990), pp. Media vita in morte sumus, cantaba un himno medieval atribuido a San Notker, llamado el Balbuciente: «ya en medio de esta vida nos encontramos inmersos en la muerte», pues la vida del hombre es de por sí mortal, está destinada a extinguirse. 3º Las … Por un lado, con la muerte se da comienzo a una posible plenitud inmortal que el hombre anhela profundamente (o a un vacío imperecedero, que teme con todo su ser), y por el otro lado la misma muerte parece mofarse de este deseo y promesa. El cuerpo es la cárcel de alma, que según el filósofo griego que tiene que liberar lo antes posible. La convicción de la inmortalidad del “yo” humano se ha concretizado a lo largo de la historia en la doctrina del alma humana, su espiritualidad e inmortalidad [O’Callaghan 2002a, 2004b]. El hombre desea que todo lo que en la tierra le llenaba el corazón de entusiasmo y sano orgullo, pueda perdurar para siempre en la memoria de su pueblo, de su gente. Saltar al contenido principal.com.mx. También hay autores modernos, como Kant, que piensan que no se puede demostrar la inmortalidad del alma con un razonamiento especulativo; pero que debe creerse en ella como un pos- 3 En lo que están de acuerdo maestro y discípulo es que el alma del hombre se distingue del alma de los animales en que este posee el raciocinio. Esta idea a pesar de ser filosófica, también se presenta en las religiones y las diferentes creencias, siempre tenemos presente que si actuamos mal, habrá algo más allá, o algo superior que no nos dejara seguir si tenemos maldad sobre nuestros hombros. WebLos mathemata parten de 3 afirmaciones: Inmortalidad del alma. En definitiva, las ideas representan las esencias de los Objetos, son eternas e inmutables siendo posibles alcanzarlas solo a través de La razón, no pueden … WebHistoria de la filosofía (Bogotá: San Pablo, 2007), 237. Según Hegel, “[…] el concepto adulto no necesita ya apoyarse en el mito”. 1) La prueba de los contrarios (Fedón, 71c-73a) Filosofía en la Red y su logo, son marcas registradas ante el IMPI con número de registro 2473996 … En ella se exploran los más íntimos. Tanto como si la razón natural declara que el alma es mortal como si la solución a este problema queda en tablas, Pomponazzi define finalmente su postura no tanto como filósofo sino como teólogo o, más precisamente, … Dentro de sus obras ya mencionadas, se logran identificar ciertos elementos que Platón ha desarrollado para explicar por qué el alma es inmortal, por una parte, está la prueba de los contrarios, la cual dice que todo lo que tiene origen y tiene contrario su origen es su contrario: lo chico tiene origen en lo grande, lo frio tiene origen en lo caliente, por lo tanto los muertos tiene su origen en los vivos y los vivos tienen su origen en los muertos, pero esos muertos tendrían que haber existido antes y haber estado en un lugar. cast. WebLa inmortalidad del alma eBook : San Agustín: Amazon.com.mx: Tienda Kindle. Sócrates propone como válida la reencarnación, viendo para ello necesario el demostrar que los vivos tienen como origen los muertos. Por esta razón, sugerimos el siguiente modo de citar, que contiene los datos editoriales necesarios para la atribución de la obra a sus autores y su consulta, tal y como se encontraba en la red en el momento en que fue consultada: O'Callaghan, Paul, La muerte y la inmortalidad, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, URL: http://www.philosophica.info/archivo/2009/voces/muerte-inmortalidad/Muerte-inmortalidad.html, Información bibliográfica en formato BibTeX: poc2009.bib, Digital Object Identifier (DOI): 10.17421/2035_8326_2009_POC_1-1. El hecho que algunos autores protestantes del siglo xx hayan negado la existencia del alma y su natural inmortalidad [O’Callaghan 2004b: 75ss.] Como se ha dicho, es también Eusebio de Cesarea quien recoge la crítica que hace Plotino a Aristóteles, al citar el libro II de su Tratado sobre la inmortalidad del alma. ¿Por qué no hay temor a la muerte? 295-301; Thomas, L.-V., Anthropologie de la mort, Payot, Paris 1988; Tromp, N. J., Primitive Conceptions of Death and the Netherworld in the Old Testament, Pontifical Biblical Institute, Rome 1969; Tucídides, Historia da la guerra del Peloponeso (ed. AL LECTOR Las siguientes páginas contienen el texto íntegro de una serie de Conferencias Cuaresmales pronunciadas. Ende-Reinkarnation-Auferstehung: Der Streit der Hoffnungen, Raised Immortal. 1, a. Una tierra no descubierta, desde la cual ningún caminante ha podido volver» [Hamlet III, 1, 78].
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